A pesar de ser menos popular que su pariente de pelo corto, el gato British Longhair ha ido ganando fama y adeptos con el paso del tiempo hasta convertirse en una raza muy apreciada. Con su “hermano” Shorthair comparte el carácter apacible y sociable, diferenciándose principalmente por un abundante manto de pelo semi-largo y de gran suavidad.
Aunque como explicaremos más abajo el origen del gato británico de pelo largo proviene de los cruces realizados en sus parientes de pelo corto, desde el año 2009 tanto la International Cat Association como la World Cat Federation reconocen ya al British Longhair como una raza diferenciada. Asimismo, la Fédération Internationale Féline, a la que estamos asociados en Perlas del Sur y que es la más exigente y prestigiosa en cuanto a la evaluación de estos animales, los reconoce desde 2017.
La realidad es que cada vez son más los criadores profesionales enamorados de estos peludos y juguetones gatitos. ¿Quieres saber más sobre estas mascotas cariñosas y mimosas? ¡Sigue leyendo!
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Cuál es el origen del gato British Longhair
Según los expertos el origen de los gatos British está en los felinos domésticos, probablemente provenientes de Egipto, que los romanos introdujeron en sus hogares y exportaron con la expansión de la antigua Roma.
Estos gatos, originariamente de pelo corto, sobrevivieron y evolucionaron durante siglos en las islas británicas hasta que las guerras del Siglo XX, y más concretamente la Segunda Guerra Mundial, estuvieron a punto de extinguirlos. Afortunadamente, concluida la guerra y ya en los años cincuenta se pusieron en marcha importantes programas de cría selectiva con el objetivo de recuperar la raza.
Así, para aumentar la diversidad genética perdida fue necesario cruzar al British Shorthair con otras razas como la persa, intentando que estos esplendorosos felinos recuperaran ese porte y vigor tan admirados antes de las guerras que casi acaban con ellos. De estos cruces con los gatos persas surgió accidentalmente el British Longhair, una variante de pelo largo que, aunque durante años fue rechazada por los criadores, hoy en día se ha convertido en una de las más buscadas por su rareza.
Esta singularidad del gato British Longhair proviene del hecho de que el gen responsable de su pelo largo y sedoso es recesivo con respecto al del pelo corto, por lo que se mantiene oculto en el acervo genético. En otras palabras, es posible que el cruce de dos ejemplares British Shorthair produzca un gatito de pelo largo si ambos portan este gen, pero esto no necesariamente ocurrirá en todos los casos. ¡De ahí que sea más difícil de conseguir un ejemplar de esta raza!
Esta minoría genética dio lugar durante años a cierta falta de información histórica en cuanto al criterio del estándar que debía mantener la raza British Longhair para definirse como tal. Sin embargo, como decíamos al principio la International Cat Association, la World Cat Federation y, sobre todo, la Fédération Internationale Féline, reconocieron hace años al gato británico de pelo largo. Y en la actualizad podemos decir que todas las asociaciones felinas reconocen esta raza al cien por cien.
Cuáles son las características del gato British Longhair
Como estarás imaginando, al provenir del cruce entre el británico de pelo corto y el persa el gato British Longhair comparte casi todas las características físicas de su “primo” Shorthair menos la longitud de su manto.
Así, nos encontramos con un felino musculoso y robusto de lomo ancho y tamaño medio-grande, con una cabeza bien redondeada, ojos grandes de color intenso, orejas relativamente pequeñas y separadas y hocico corto.
El British Longhair se sustenta en unas patas fuertes de longitud de media-corta que acaban en garras redondas. Por su parte, la cola viene a medir más o menos dos tercios de la longitud del cuerpo y su frondosidad se acentúa más que en los gatos de pelo corto.
Si hablamos de peso apenas existen diferencias entre el British Longhair y el Shorthair. Los machos adultos rondan entre los cinco y los ocho kilos, y las hembras suelen estar entre los tres y los cuatro aproximadamente. Es un gato que puede ganar peso fácilmente si no controlamos su alimentación. Más abajo te damos detalles sobre este punto tan importante para la salud de estos animales, puesto que entre otras cosas evitar el sobrepeso ayudará a mantenerlos a nuestro lado mucho tiempo, ya que su esperanza de vida suele rondar los quince años de media.
El británico de pelo largo es un gato inteligente y majestuoso con apariencia y comportamiento de peluche. Su manto frondoso y suave, del que te hablaremos a continuación, resulta muy agradable al tacto y las caricias. ¡Lo que por otro lado suele buscar a menudo!
Cómo es el pelaje del British Longhair
Como decíamos, la mayor diferencia entre el gato British Longhair y el Shorthair está en el pelaje semi-largo y quizás algo más fino del primero. El pelaje tanto de British Longhair como del Shorthair es denso y de tacto afelpado.
Aunque los dos comparten una enorme suavidad, la particularidad de los británicos de pelo largo está en que tienen un manto doble: la capa inferior es más gruesa y se encuentra muy pegada al cuerpo, y la superior queda más alejada y les da ese aspecto de peluche tan característico.
A nivel de coloración y patrones no existen diferencias entre una raza y otra, y los gatos British Longhair pueden presentar tantas tonalidades y variedades en su manto como sus parientes de pelo corto. De hecho, existen diversas combinaciones cromáticas y de patrones de manto que abarcan desde el monocolor hasta la mezcla de varios de ellos.
Los patrones de color dominantes en cuanto al genotipo que podremos encontrar en un British, tanto Longhair como Shorthair, son negros, chocolates, canelas y rojos. Pero aparte de estos, existen otros patrones de color recesivos en su genotipo respecto a los anteriores, como por ejemplo los azules, lilas, fawn y cremas. La variabilidad en cuanto al patrón del manto depende primero de si los gatitos son agoutí (típico patrón atigrado del gato común salvaje) o no agoutí (patrones “sólidos”). En estos últimos puede haber muchas más variaciones, pudiendo encontrar gatos sólidos completos, con manchas parciales, bicolor, tricolor, etc.
Por último, en relación a este aspecto, es importante mencionar que los cachorros de British Longhair son más lentos que los de Shorthair a la hora de desarrollar ese manto que los caracteriza en todo su esplendor, tanto en el lomo como en la cola, lo que puede llevarlos hasta bien entrado su primer año de vida.
Qué carácter muestra el gato British Longhair
Como descendiente de los gatos British Shorthair y persas, el británico de pelo largo ha heredado un carácter tranquilo y amable, pero también juguetón y mimoso. Junto a ese pelaje tan característico del que ya te hemos hablado, esta forma de ser apacible y alegre es enormemente apreciada por criadores y propietarios.
El British Longhair es un gato que no rehúye nuestras atenciones, sino que por el contrario las busca con ahínco. A este peluchito le encanta jugar y recibir mimos, caricias y golosinas. No obstante, estas últimas hay que controlarlas bien para evitar el sobrepeso al que suele tender esta raza si no se mantiene activa.
Por otro lado, y al igual que ocurre con el británico de pelo corto, el gato British Longhair es leal, se comporta muy bien en el hogar y, sobre todo, es un excelente compañero de los niños, lo que tranquiliza mucho a las familias con bebés o hijos de corta edad. Además, si tienes otros gatos o incluso perros podrás comprobar que se llevarán de maravilla porque el Longhair es muy sociable.
Qué alimentación necesita el British Longhair
Aunque la tendencia de la industria alimentaria de las mascotas nos presenta cada vez piensos más naturales y elaborados, una dieta basada exclusivamente en ellos no es lo ideal para estos animales. La tendencia a ganar peso del British Longhair hace necesario vigilar muy bien este aspecto y proporcionarle a nuestro gato una comida lo más natural posible.
En Perlas del Sur recomendamos siempre acudir al veterinario para que nos proporcione indicaciones precisas que dependerán de las características de nuestra mascota, su comportamiento, el estilo de vida que sigue en nuestro hogar, etc. No obstante, nosotros somos defensores de la conocida dieta BARF para gatos debido a sus múltiples beneficios en la salud de los felinos.
La dieta BARF, que corresponde al acrónimo de “Biologically Appropiate Raw Food”, fue desarrollada a comienzos de los noventa como una alternativa o complemento a los alimentos artificiales para mascotas, y proporciona una alimentación húmeda que trata de asemejarse todo lo posible a lo que el gato consumiría si tuviera que cazar o buscar su propia comida en un entorno “salvaje”.
Si quieres saber más sobre las particularidades de la dieta BARF para gatos, su composición y los beneficios que ofrece que nuestras mascotas, puedes leer este artículo.
Cómo es la salud del British Longhair
Manteniéndose bien alimentado, activo y sin caer en el sobrepeso, el British Longhair es un gato que puede acompañarnos durante muchos años sin sufrir enfermedades, más allá de algunas dolencias o afecciones que son comunes a todos los felinos domésticos.
Las patologías más comunes de estos gatos son las mismas que las que tienden a sufrir otras razas, y suelen afectar sobre todo a su estómago, boca u oídos: infecciones estomacales, exceso de sarro en los dientes o gingivitis felina, presencia de parásitos en las orejas, etc. No obstante, con una correcta atención y llevando a nuestro British Longhair a revisiones periódicas del veterinario lo normal es que esto apenas ocurra.
Por su tamaño y constitución esta raza puede tener cierta predisposición a sufrir sobrepeso y problemas articulares. De ahí que resulte tan importante cuidar su alimentación tanto a nivel de calidad como de cantidad, y cuidar que nuestro gatito no se vuelva excesivamente sedentario proporcionándole un adecuado tiempo de juego cada día.
Asimismo, esta raza puede desarrollar principalmente dos enfermedades genéticas hereditarias: la cardiomiopatía felina (HCM) y el trastorno poliquístico renal (PKD). Por eso es fundamental el seguimiento y control por parte del veterinario, así como la realización de pruebas contra estas patologías que aseguren un buen estado de salud, tal y como hacen los criadores profesionales a sus gatos progenitores para garantizar que su descendencia está completamente sana.
De ahí que, si adquieres tu mascota a través de criaderos o particulares, sea importante asegurarse de que ha recibido las vacunas y revisiones veterinarias oportunas. Por ejemplo, en Perlas del Sur todos nuestros gatos British están testados contra leucemia felina (FeLV), inmunodeficiencia felina (FIV), poliquistosis renal (PKD) y cardiomiopatía felina (HCM), y se entregan desparasitados y con su correspondiente pasaporte europeo veterinario y cartilla de vacunación.
Es vital que tengas en cuenta esto porque las enfermedades que se dan con más facilidad en unas razas que en otras se controlan gracias a la labor de criadores responsables, quienes realizan los testeos adecuados a los gatos progenitores para asegurarse de que no son portadores y, en caso de que lo sean, poder extraerlos de los programas de cría.
Cuánto cuesta mantener un gato British Longhair
En Perlas del Sur realizamos un análisis para determinar cuánto cuesta mantener un gato British Longhair o Shorthair y la cantidad resultante ronda los 1.500 € al año. Este coste incluye los gastos más importantes, que son los de alimentación, pero también analiza la inversión aproximada en veterinario y vacunas, así como la adquisición de productos imprescindibles como el arenero, las estructuras de juego, rascadores y cepillos, etc.
Lógicamente es imposible realizar un cálculo exacto porque pueden existir muchas circunstancias que varíen de un gato a otro, pero esta cantidad representa una buena aproximación. Con ello debemos ser conscientes de que un animal de estas características no necesita sólo comida y agua, evitando sorpresas que nos impidan ofrecerle el cuidado que merece cuando ya lo tenemos en casa.
Si quieres conocer con más detalles los diferentes conceptos que analizamos para determinar cuánto cuesta mantener un gato British Longhair o Shorthair, puedes leer este artículo.
Cómo acoger un gato British Longhair
Si has llegado hasta aquí con la intención de terminar adoptando un gato British Longhair, nuestra recomendación es que acudas exclusivamente a criadores profesionales como somos en Perlas del Sur, que te garanticen que el animal ha sido cuidado con esmero.
Estos profesionales conocerán bien la raza y te podrán ofrecer toda la información necesaria para su cuidado y correcto desarrollo, puesto que son amantes de los gatos y no persiguen un fin meramente económico como ocurre con una tienda o particular que desea vender un cachorro. Además, un criadero de confianza te ofrecerá los gatitos siempre con microchip oficial, pasaporte europeo veterinario y cartilla de vacunación, y te transferirá el pedigrí emitido por la asociación felina que corresponda en cada país.
Por las características y particularidades de esta raza, así como por el hecho de que muchos criadores todavía prefieren centrarse en la crianza del British Shorthair, te adelantamos desde ya que no te resultará fácil encontrar un ejemplar de pelo largo. No obstante, si logras dar con él estamos convencidos de que disfrutaras de años de felicidad en compañía de un gato leal, cariñoso y de excelente carácter.
Si quieres conocer cuáles son las condiciones de acogida que hemos establecido en Perlas del Sur, tienes toda la información aquí.
¿Te has quedado con alguna duda o deseas consultarnos más información? Contacta con nosotros y te responderemos encantados.